La chica que ven en esta foto es Anneliese Michel (21 de Septiembre de 1952 – 1 de Julio de 1976), y en ella está inspirada la película El Exorcismo de Emily Rose.
Nunca he sido de los que juzgan una película en función de la historia que adapta (ya sea una novela, un cómic, una noticia real…) y su veracidad y fidelidad hacia la misma, ya que considero que el hecho cinematográfico es lo que se debe juzgar en sí mismo, independientemente de los elementos en que se base. Aún así, en el caso de El Exorcismo de Emily Rose, me parecía interesante que conocieran las circunstancias reales en las que se inspiraron los guionistas. Para empezar, cambiaron el nombre de la protagonista y su entorno geográfico. La historia verídica es la que sigue:
Anneliese Michel nació en una pequeña ciudad alemana, Leibfling, en el seno de una familia católica de clase media.
En 1968, cuando tenía 16 años, la joven comenzó a sufrir ataques en los que era incapaz de controlar su cuerpo. En ese momento, se le diagnosticó la “epilepsia del Grand Mal”.
A medida que pasaba el tiempo los ataques se fueron haciendo cada vez más fuertes y, quizá debido a la fuerte religiosidad de su familia, Anneliese empezó a creer que estaba poseída por el demonio. Sus padres, Josef y Anna, al observar que la medicación que estaba tomando no le servía de mucho, decidieron llevarla a varios sacerdotes para solicitar un exorcismo. Sin embargo, estos sacerdotes no determinaron que aquello se tratara de una auténtica posesión, ya que no se daban ninguno de los factores necesarios para considerar como cierta tal situación, que son, según la Academia Pontificia Regina Apostolorum: "hablar en idiomas desconocidos, exhibir una fuerza física desproporcionada, manifestar repulsión por objetos sagrados y conocer hechos muy distantes en tiempo y espacio". Además, le recomendaron que siguiera con su tratamiento médico.
Atendiendo a las peticiones de la familia, el pastor Ernst Alt pidió un permiso oficial de la iglesia para realizar el exorcismo. Pero sólo obtuvo como respuesta la recomendación de que Anneliese siguiera una vida aún más religiosa para encontrar la paz espiritual. Curiosamente, poco después, Anneliese sufrió un empeoramiento en los ataques supuestamente epilépticos, y comenzó a comportarse de manera violenta: insultaba y golpeaba a sus familiares, destruía compulsivamente cualquier objeto religioso que se encontrara, comía insectos y carbón… Esto provocó que Josef Stangl, Obispo de Wurzburgo, ordenara finalmente un exorcismo en 1975 realizado por el propio pastor Alt y por el padre Arnold Renz, en sesiones que se prolongaron semanalmente hasta julio de 1976, que fue cuando la joven murió. Durante estas sesiones de exorcismo, Anneliese parecía estar poseída por varias almas: Caín, Judas Iscariote, Lucifer, Nerón o Adolf Hitler fueron algunos de los nombres con los que se identificaba la muchacha. Sus convulsiones eran tan fuertes durante el exorcismo que tenían que atarla a la cama y ser sujeta por tres personas. Decía que los demonios que llevaba dentro no le permitían comer, por lo cual el motivo final de su muerte fue el agotamiento, sumado a la neumonía que también padecía. Incluso llegó a romperse las rodillas debido a las 600 genuflexiones que realizaba durante las sesiones de exorcismo (esto se observa brevemente en El Exorcismo de Emily Rose). Antes de morir por inanición (según parece, la joven no hubiese muerto de haberse alimentado en las últimas semanas), se dice que la joven se giró hacia su madre y le dijo “Tengo miedo”, cayendo posteriormente inconsciente.
Tras la muerte de la joven, el 1 de Julio de 1976, sus padres y los dos exorcistas que llevaron a cabo las ceremonias, fueron acusados de homicidio negligente. A pesar de que la Iglesia negó después que Anneliese Michel estuviera realmente poseída, la leyenda en torno a la muchacha se hizo tan fuerte que llegaron a exhumar su cadáver en 1988 para ver si había seguido el proceso natural de descomposición (¡!).
Como pueden ver, lo que nos cuentan en El Exorcismo de Emily Rose tiene bastante en común con lo que sucedió en verdad. Aunque, en este caso (y como sucede en no pocas ocasiones), la realidad supera a la ficción.
Nunca he sido de los que juzgan una película en función de la historia que adapta (ya sea una novela, un cómic, una noticia real…) y su veracidad y fidelidad hacia la misma, ya que considero que el hecho cinematográfico es lo que se debe juzgar en sí mismo, independientemente de los elementos en que se base. Aún así, en el caso de El Exorcismo de Emily Rose, me parecía interesante que conocieran las circunstancias reales en las que se inspiraron los guionistas. Para empezar, cambiaron el nombre de la protagonista y su entorno geográfico. La historia verídica es la que sigue:
Anneliese Michel nació en una pequeña ciudad alemana, Leibfling, en el seno de una familia católica de clase media.
En 1968, cuando tenía 16 años, la joven comenzó a sufrir ataques en los que era incapaz de controlar su cuerpo. En ese momento, se le diagnosticó la “epilepsia del Grand Mal”.
A medida que pasaba el tiempo los ataques se fueron haciendo cada vez más fuertes y, quizá debido a la fuerte religiosidad de su familia, Anneliese empezó a creer que estaba poseída por el demonio. Sus padres, Josef y Anna, al observar que la medicación que estaba tomando no le servía de mucho, decidieron llevarla a varios sacerdotes para solicitar un exorcismo. Sin embargo, estos sacerdotes no determinaron que aquello se tratara de una auténtica posesión, ya que no se daban ninguno de los factores necesarios para considerar como cierta tal situación, que son, según la Academia Pontificia Regina Apostolorum: "hablar en idiomas desconocidos, exhibir una fuerza física desproporcionada, manifestar repulsión por objetos sagrados y conocer hechos muy distantes en tiempo y espacio". Además, le recomendaron que siguiera con su tratamiento médico.
Atendiendo a las peticiones de la familia, el pastor Ernst Alt pidió un permiso oficial de la iglesia para realizar el exorcismo. Pero sólo obtuvo como respuesta la recomendación de que Anneliese siguiera una vida aún más religiosa para encontrar la paz espiritual. Curiosamente, poco después, Anneliese sufrió un empeoramiento en los ataques supuestamente epilépticos, y comenzó a comportarse de manera violenta: insultaba y golpeaba a sus familiares, destruía compulsivamente cualquier objeto religioso que se encontrara, comía insectos y carbón… Esto provocó que Josef Stangl, Obispo de Wurzburgo, ordenara finalmente un exorcismo en 1975 realizado por el propio pastor Alt y por el padre Arnold Renz, en sesiones que se prolongaron semanalmente hasta julio de 1976, que fue cuando la joven murió. Durante estas sesiones de exorcismo, Anneliese parecía estar poseída por varias almas: Caín, Judas Iscariote, Lucifer, Nerón o Adolf Hitler fueron algunos de los nombres con los que se identificaba la muchacha. Sus convulsiones eran tan fuertes durante el exorcismo que tenían que atarla a la cama y ser sujeta por tres personas. Decía que los demonios que llevaba dentro no le permitían comer, por lo cual el motivo final de su muerte fue el agotamiento, sumado a la neumonía que también padecía. Incluso llegó a romperse las rodillas debido a las 600 genuflexiones que realizaba durante las sesiones de exorcismo (esto se observa brevemente en El Exorcismo de Emily Rose). Antes de morir por inanición (según parece, la joven no hubiese muerto de haberse alimentado en las últimas semanas), se dice que la joven se giró hacia su madre y le dijo “Tengo miedo”, cayendo posteriormente inconsciente.
Tras la muerte de la joven, el 1 de Julio de 1976, sus padres y los dos exorcistas que llevaron a cabo las ceremonias, fueron acusados de homicidio negligente. A pesar de que la Iglesia negó después que Anneliese Michel estuviera realmente poseída, la leyenda en torno a la muchacha se hizo tan fuerte que llegaron a exhumar su cadáver en 1988 para ver si había seguido el proceso natural de descomposición (¡!).
Como pueden ver, lo que nos cuentan en El Exorcismo de Emily Rose tiene bastante en común con lo que sucedió en verdad. Aunque, en este caso (y como sucede en no pocas ocasiones), la realidad supera a la ficción.
Seria interesante que pudieras ver la cinta para que al final de cuentas seas tu quien saque conclusiones, aqui el trailer
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