Compartir English Portuguese Spain

domingo, 3 de abril de 2011

Fantasma en la carretera? Otra Leyenda Urbana

Por Erizorojo

Pasaban quince minutos de las nueve de la noche cuando Cobos decidió irse. Llevaba varias horas delante de la pantalla del ordenador, sin apenas pestañear y pensó que ya era hora de marchar a casa.

Fuera, en la calle, ya había anochecido hacía un buen rato. El viento soplaba con una fuerza inusitada, como antesala de una tormenta que estaba a punto de llegar.

Antes de cerrar la oficina con su llave, tecleó en la pequeña consola la clave para activar la alarma electrónica. Esperó unos segundos tras cerrar la puerta hasta que escuchó un pitido agudo que indicaba que la alarma quedaba en servicio, y con un gesto instintivo se echó la gabardina por encima de los hombros. El frío arreciaba y empezaba a lloviznar.

Con paso rápido alcanzó su vehículo, un viejo Renault verde oscuro que pese a los años, se encontraba en bastante buen estado. Abrió la puerta y con rapidez se introdujo en su interior.

Introdujo la llave en el contacto y en breves segundos una tenue luz dio vida al cuadro de mandos. Giró la rueda de la calefacción al tope, y se dispuso a iniciar la marcha hacia su hogar.

La tormenta se fue volviendo cada vez más virulenta a medida que se alejaba de la oficina. Aún le quedaban unos 50 kilómetros hasta llegar a su casa, situada en las afueras de una pequeña ciudad dormitorio. Decidió encender la radio para hacer el trayecto más apacible; sin embargo la grave voz del locutor de ese programa de misterio que tanto le perturbaba, inundó el oscuro interior del vehículo.

Giró a la derecha para incorporarse a la carretera comarcal por la que tendría que transitar varios kilómetros. No le gustaba nada regresar a casa por este camino, máxime cuando hacía una noche tan desapacible como esta, ya que el firme no se encontraba en buen estado y apenas había iluminación. De hecho se había producido en ella varios accidentes en los últimos años, alguno de ellos mortal. Esto también había dado lugar a habladurías de la gente, que afirmaba que en una curva se aparecía una mujer joven vestida de blanco y con aspecto desaliñado.
Cobos no era una persona que diera mucho crédito a este tipo de historias. Sin embargo tenía que reconocer que había algo en esa carretera que le provocaba una sensación extraña, de intranquilidad.

Ya había dejado atrás las luces de la pequeña ciudad, y la oscuridad lo inundaba todo. Sólo el resplandor de los faros delanteros era capaz de romper con la negrura de esa noche sin luna. De pronto, una sensación muy extraña se apoderó de él. Se dio cuenta que no se escuchaba ningún ruido, salvando la radio y el sonido del motor y los neumáticos sobre la gravilla.Decidió parar en el arcén sin saber bien para qué, ni que se encontraría. Abrió la puerta del coche y salió. Fuera llovía copiosamente, pero apenas se escuchaba algo más que el ruido del motor y el golpeteo de las gotas de lluvia en el techo del coche. Se introdujo de nuevo en el vehículo, e inició la marcha, sin haber despejado del todo ese hormigueo que tenía en el estómago.

Su incertidumbre duró poco tiempo. Al mirar por el retrovisor interior del coche se dio cuenta de que no iba solo. Una mujer totalmente empapada, con un vestido blanco, y la mirada ausente se encontraba en el asiento trasero.

Era imposible que se encontrara allí: el vehículo sólo tenía dos puertas y de ninguna forma se podía acceder a la parte trasera, salvo por la puerta del lado del conductor, ya que la otra se encontraba averiada desde hacía varios días y no se podía abrir.

Su corazón empezó a latir aceleradamente. Frenó en seco y con sus manos se tapó el rostro, con la esperanza de que todo fuera fruto de su imaginación. Sin embargo al volver a mirar por el retrovisor, la figura seguía sentada en el mismo lugar.

Cobos se giró y balbuceando preguntó a la mujer quién era, y que hacía allí. Sin embargo esta no articuló palabra. Su mirada seguía perdida Dios sabe donde...

No podía ser. No podía estar nadie allí. No podía ocurrir que esa vieja historia de la mujer de la curva le estuviera ocurriendo a él. No creía en ese tipo de tonterías. Decidió salir del coche y echar un vistazo desde fuera. Tenía que ser fruto de su imaginación.

Asió la palanca de la puerta con la mano dispuesto a abandonar el coche, y de repente sintió una fuerte presión en el cuello. Notó como dos manos frías como el acero le presionaban impidiendo el paso de aire a los pulmones. Miró sorprendido por el retrovisor y la imagen que vio le provocó pánico. La mujer ya no tenía esa mirada fría y distante sino todo lo contrario: los ojos parecían que se iban a salir de las órbitas y reflejaban un odio que nunca había visto en ninguna otra mirada.

Intentó zafarse de las manos de la mujer pero le resultó imposible. Poco a poco, a medida que el oxigeno apenas llegaba a sus pulmones, fue perdiendo la consciencia, seguro de que iba a morir, pero sin entender aún porqué. Hasta que la mujer aproximó sus labios y dijo con una voz carente de expresión: nos veremos en el infierno, donde estoy desde aquella noche que me atropellaste en la curva que acabamos de pasar. ¿Recuerdas?

Fueron las últimas palabras que escuchó. Después reinó la oscuridad más absoluta.
Yo Vampiro pregunto, sera neto todo esto que se narra en  con respecto a los fenómenos sobrenaturales?
Para mi, lo único sobrenatural, es la estupidez del ser humano!!
Pero es rico escuchar estas historias, no lo crees tu?

Y aquí un video de los mas visto con respecto a esta historia, para mi totalmente falso, pero en fin juzgalo por ti mismo si es que no lo has visto antes.


Leyenda Urbana Gabacha

Una mañana alrededor de las 5 AM, Susan DeLucci de 22 años despertó en su casa de Kittery, Maine, con una dolorosa necesidad de orinar. Al principio pensó que tenia diarrea, excepto que se trataba del orificio corporal equivocado. Se aproximo tambaleándose al baño y de su vagina salió el ruido mas horrible y nauseabundo jamás oído.

Envuelta en un dolor paralizante, miss DeLucci continuó durante unos minutos, empujando y expulsando a chorros de su vagina una marea ardiente de inclasificable inmundicia. Mientras se asía con fuerza a los lados del baño, gritaba con desesperación lo que alertó a los vecinos que llamaron a la policía. Cuando la policía y los médicos llegaron encontraron a la mujer inconsciente, tumbada en el suelo del baño, sin nada encima excepto su bata de baño.

Chorreando desde su entrepierna se podía ver una corriente de jarabe verde amarronado. El médico decidió cambiarla a un lugar mas ancho, así que cogió su pierna izquierda, cruzada sobre la otra pierna para enderezarla hacia fuera, ya que ella se encontraba tumbada retorcidamente.

Cuando el levantó su pierna izquierda, pretendiendo enderezar su cuerpo, expuso su vagina y en ese momento una criatura, no mas grande de la extremidad de un dedo salió de sus órganos genitales y aterrizó en el suelo estallando en un húmedo sonido. Impresionado el médico miro fijamente la criatura que reposaba ahora en los azulejos del cuarto de baño, recubierta por una capa mucosa. Era un camarón minúsculo del fango que se retorcía con saltos a un lado y a otro casi jadeando por agua. El médico horrorizado volvió su cara al baño mientras sentía como las nauseas le envolvían.

Cuando puso su cara sobre el baño, la siguiente visión fue tan horrorosa que hasta el día de hoy no puede mirar un baño sin convulsionar .La totalidad de la taza hervía con crías de camarón del fango marrones que se movían saltando y salpicando con ritmo furioso.

La muerte de Susan DeLucci fue el resultado de una combinación de impresión y traumatismo craneal. Cuando terminó, se levantó de la taza llena de dolor y vio lo que había hecho. La impresión fue tal que se desmayó y se cayó, rompiéndose la cabeza contra el baño y luego contra el suelo.

Dos noches antes del suceso había comprado en la pescadería una langosta viva. Mientras descansaba en una tina, insertó suavemente la cola de la criatura en su vagina para darse placer. En ese momento sostuvo un mechero en la cara de la langosta lo que le llevaba a mover su cola en violentos y espasmódicos movimientos. Los médicos encontraron una cinta XXX de contenido lésbico en la videocasetera y la TV justo delante de la tina.

La langosta fue encontrada en la basura de la cocina envuelta en una bolsa de papel. Se encontraron restos de ADN de DeLucci en la langosta junto con pelos pubicos entre las juntas de la cola de la langosta. El intestino y colon de la langosta estaban llenos de huevos de camarón del fango.

Los especialistas creen que la langosta los había comido previamente por lo que se supone que la langosta excretó los huevos en la vagina de miss DeLucci cuando esta lo torturaba. Estos huevos son comunes en el agua de las pescaderías en los mercados y son generalmente inofensivos ya que mueren al cocerse.

El camarón del fango de Maine solo tiene dos días de gestación y DeLucci estaba solamente a cuatro días de su período. En ese punto de su ciclo menstrual, su matriz tenia el equilibrio perfecto de pH para incubar al camarón de fango, versión mas grande de los populares "Sea Monkeys", tan vendidos en los EEUU. Durante la noche los huevos comenzaron su ciclo y el camarón del fango empezó a doblar su tamaño cada 10 minutos!!!Pueden imaginarse el intenso dolor interno que sufrió al despertar esa mañana y dar a luz a 1000 crías del camarón del fango???
Orale,que loco!!

Mono mono tuturururu!!

Un hombre es arrastrado a su propia ejecución, sin embargo cuando todo parece perdido parece encontrar un punto común con su asesino, una musiquilla de lo más pegadiza. Corto de humor negro de lo más recomendable para un fin de semana excelente.
Y si no me crees checalo!!

Tune for Two (2011) from alfa primo on Vimeo.

sábado, 2 de abril de 2011

Orale!!!

Acabo de recibir mis calificaciones de la universidad del ultimo cuatrimestre cursado y me siento complacido con mi desarrollo, humildemente les comento de mi promedio de 9, no cabe duda que en mi casa y con mi gente se me respeta!!!
 
ENVIA TUS COMENTARIOS A HECHIZODELUNAPORSIEMPRE@HOTMAIL.ES Y EN CUANTO DESCARGUES ALGO DE LO MUCHO QUE AQUI ENCONTRARAS, SOLO TE PIDO QUE AGRADESCAS AL FIN QUE ESO NO CUESTA NADA