La música ha sido uno de esas adicciones que nunca he podido dejar, es tal su efecto en lo cotidiano de mi existir, que resultaría imprudente intentar dejarla. Por eso en esta ocasión hablare del grupo de origen asiático Buck- Tick a quienes conozco desde hace poco tiempo, sin embargo, su propuesta me ha parecido interesante y contrastada con otros proyectos de su natal Japón que se desarrollan en otros géneros musicales muy alejados de esta propuesta.
Buck- Tick inicio su labor musical en 1984, al igual que X Japan son considerados pioneros en el denominado Visual Kei que en este momento se encuentra en un punto de florecimiento, con infinidad de propuestas que finalmente se cruzan y se encuentran en una sociedad creativa, que a mi parecer esta explotando su exploración artística que ha enriquecido a occidente no solo en el sentido musical, sino también en el arte actual, el manga y el anime.
Esta banda ochentera que tiene mucho en deuda con la ola inglesa del post punk y el new wave, ha sabido corresponder con una discografía de diez y seis entregas que nos muestran un proyecto con preponderante preocupación por no dejarse llevar de la mano de esas referencias y tomar lo mejor de ellas para finalmente desarrollar un estilo propio y nada complaciente con los estatutos musicales de su momento de gestación en su natal Japón.
A lo largo de más de dos décadas de carrera este grupo asiático a dosificado su partitura contaminándose de otros géneros como el gótico, el hard rock, la electrónica y cyber punk con factores de lucidez, creando discos conceptuales y conformando un cúmulo de posibilidades creativas que han enriquecido cada uno de sus discos.
Buck- Tick que en su traducción la podemos tomar como esa persona que es denominada de sangre pesada, esta conformada por cinco integrantes; Atsushi Sakura voz, Hisashi Ima guitarra, coros y ruidos, Hidehiko Hoshino guitarra y teclado, Yutaka Higuchi bajo, Toll Yagami batería y percusión, alineación que a permanecido intacta hasta nuestros días.
De la mano de estos músicos que en sus inicios realizaron covers a la banda japonesa de punk The Stalin y que se foguearon de forma autodidacta, recibimos un estilo musical que se ha transformado y evolucionado hasta alcanzar una madurez singular en comparación a otros proyectos de su natal Japón, siendo así uno de los grupos con mayor referencia e influencia en el desarrollo de las propuestas musicales de tres décadas. Desde su nacimiento ellos se preocuparon por acuñar una imagen a través de peinados, el maquillaje blanco en el rostro, así mismo buscando el sentido andrógino desde el vestuario y la actitud en el escenario, lo que fue conformando posibilidades y propuestas para el diseño de una imagen, fenómeno que desde la década de los ochenta se ha catalogado como Visual kei; desarrollándose únicamente en Japón y que se refiere al estilo visual de las bandas del J-rock, que no responde a un estilo musical determinado, pero si a una característica visual en los miembros de las bandas de este país. Esta singular expresión visual nipona a mi parecer a logrado una permanencia en la elaboración de las imágenes de infinidad de grupos, sin embargo, a mi parecer se desdibuja así misma en un exceso innecesario e incluso la distancia entre el look y la calidad musical no significan una conjunción o una comunión expresa.
A la medida que vamos conociendo la trayectoria discográfica de esta banda nipona, entendemos su carácter referencial a la música de occidente, la propuesta en su momento comprendió las posibilidades estilísticas de los géneros musicales en boga y de la personalidad e imagen como otro de los factores importantes en el sello de una banda, utilizando ambos para el reconocimiento de una posibilidad paralela en la sociedad asiática, abriendo un surco musical que en su momento aun no había sido involucrado y explotado de ese lado del planeta.
Contextualizando el momento histórico en el que Buck Tick consolidaba su primer álbum Hurry Up Mode en 1987, en occidente The Cure entregaba el álbum Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me, The Psychedelic Furs hacia lo propio con Midnight To Midnight, Ultravox con su U-Vox, en la parte de habla hispana Soda Stereo con Signos y Héroes del Silencio con El mar no cesa. Este panorama nos mostraba proyectos que se estaban gestando o consolidando en estilos musicales que hasta nuestra actualidad repercuten contundentemente en la mayoría de los grupos de esta primera década del nuevo siglo.
Después de su primera entrega, la banda oriental fue generando popularidad entre la juventud local, de igual manera prestigio entre la prensa especializada y por su puesto un gran interés de parte de los sellos sin carácter de independientes, esto les permitió firmar con Víctor Musicals Industries quien asumió las cuatro exigencias del grupo a pesar de ser un proyecto joven e inexperto; en primer lugar, que la banda sería capaz de tomar sus propias decisiones sobre su pelo, el maquillaje, la ropa y imagen general, en segundo lugar, que nunca se verían obligados a cambiar la alineación de la banda, en tercer lugar, que nunca utilizarían músicos de estudio, y por último, que serían capaces de hacer todo su trabajo de producción ellos mismos.
La lucidez con la que la joven banda se presentaba ante las ofertas de disqueras, supuso un gran compromiso con ellas, con el público y la crítica, para fortuna de todos, su segunda y tercera entrega Sexual XXXXX! y Taboo respectivamente significaron discos muy bien logrados, de este segundo se extrae el tema “Just One More Kiss” que se convertiría en un éxito para la banda y por si fuera poco en su quinta entrega Aku no Hana álbum que es considerado la obra cumbre de su carrera, propone un sonido mucho más maduro y plantea su sentido oscuro que será un sello que caracteriza a la banda durante toda su carrera.
Para su séptima producción Darker Than Darkness de 1993 “Dress” será identificado como uno de sus temas de amor por excelencia, canción que además fuera rescatado en 2005 para el opening de la serie Trinity Blood, sin duda este álbum continúa mostrando su madurez y un estilo que corrobora su talento y la permanencia en el mercado japonés.
En esta década de los noventa otras propuestas locales acompañaban y daban otros tonos y matices al Visul Kei; Larc en Ciel, Luna Sea y Malice Mizer, mostraban con otros estilos aunque con inevitable referencia a Buck Tick, los caminos por donde se desarrollaría el J-rock en esta década.
Durante los noventa la labor de la propuesta nipona, se enriquecerá por un trabajo mucho más cuidado en la post producción, la incursión de la electrónica, los ruidos y la experimentación dentro de la composición musical, dotaron a sus siguientes álbumes de otras posibilidades que enriquecen notablemente su trayectoria hasta nuestros días.
Revisando su actividad en la primera década del nuevo siglo, los integrantes estuvieron trabajando y colaborando con otros músicos en diversos proyectos, sin embargo, no descuidaron la producción de Buck Tick, que entregaron por mencionar algunos el Monalisa Overdarive y el Tenshi no Revolver, ambos discos enmarcados en la ideología cyber punk que es clara en la composición musical al igual que en la conceptual a través del reconocimiento a William Gibson por su aportación ideológica a estas dos producciones.
Para el cierre de esta década, el grupo lanza al mercado su decima sexta entrega Memento Mori 2009, un álbum que muestra la calidez de una banda que ha sabido tomar bases sólidas de su origen, así como transformarlas y ejecutarlas plenamente con calidad y la seguridad que la experiencia les ha dado.
Quiero agradecer al buen chava por una nueva aportacion directa y en exclusiva para este espacio, y ya me amenazo con sus nuevas aportaciones, estaremos en espera y por favor chequen su revista virtual de poster Df.
En cuanto pueda les subire un disco de ellos , por lo mientras disfruten esta chulada.
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