Lo genial de esta cinta coreana es que toca un tema que verdaderamente sucedio en la vida real como se aprecia en los segmentos finales de la pelicula, un amor padre hijo que trasciende en el tiempo, que se hace dificil por el idioma y las diferencias culturales, sociales y hasta cosanguineas, pero que al final resulta ser una fabula aunque dramatica, demasiado maravillosa.
Un joven coreano adoptado ( Daniel Henney) por americanos decide regresar a Corea del Sur a buscar sus raices y conocer a sus padres biologicos además que se alista en la armada americana con base en el país oriental, iniciando una busqueda en diversos medios tratando de hallar a su padre o a su madre o rastro de ellos. Una llamada lo llevara a encontrarse con un hombre que dice ser su padre ( Yeong-cheol Kim) que esta casi sentenciado a muerte por el asesinato de dos personas y se encuentra en la carcel, en donde a pesar de sus diferencias culturales, idioma y dudas afectivas, iniciaran una relación hermosa que a la vez dolorosa y que, marcara sus vidas para siempre.
Lo mas interesante es que esta historia sucedio en la vida real y aparentemente todos los pormenores de la historia son corroborados al final de la cinta con imagenes reales del caso, una historia de amor bellisima, entre un padre y un hijo que se encuentran luego de años, el hijo que quiere aferrarse a un padre del que inclusive no tiene la certeza que lo es, que esta preso por asesinato y le incomoda la idea que sea culpable y por ello lo lleve a la muerte y el progenitor, perdido en sus miserias pero reforzado por la llegada inesperada de ese hijo fruto de un amor que para el fue verdadero a pesar del entorno en que se conocio con la madre de su hijo y que lo llevara en esta relación a redimirse poco a poco de sus pecados.
Dos actuaciones magnificas que se llevan las palmas en esta maravillosa pelicula, Henney como el hijo en su ingles y coreano masticado esta espectacular mostrando esa dualidad cultural que posee, de una forma maravillosa sorprendiendo en los momentos dramaticos con excelente maestria y en el caso del padre, Yeong-cheol, trabaja un personaje incluso medio freaky que muestra dos lados, uno patetico, enfermizo y hasta monstruoso a nivel fisico y como ser humano pero que luego se transforma en un ser capaz de cambiar radicalmente su vida al encontrar a ese hijo que dejo en el pasado y del cual desea que se lleve el mejor recuerdo de el luego de su encuentro, aunque tenga que mentir para ello.
En resumen, una de los mejores dramas del 2007, quizas una de las mejores cintas coreanas del año que devuelve a este servidor la confianza en un cine aunque no intimista o artistico en un 100%, tiene esa frescura, sentimentalismo y desbordante drama que se extrañaba y que ha hecho que derrame unas cuantas lagrimas , ya con eso, este tipo de cine resulta mas que inspirador, sublime. Imperdible.
sábado, 8 de mayo de 2010
My Father
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