Por Salvador Cañas
Los años noventa significó una de las décadas más propositivas en el ámbito de la música europea, hubo mucha avanzada en la electrónica y el rock pop de ese decenio. En la misma dirección que las propuestas de habla inglesa, se gestó a la par del nacimiento de ese decenio un proyecto de habla hispana que hasta la fecha se conduce por un camino exquisito del pop, acompañado de originales letras. Sr Chinarro, es esta agrupación de origen español, lidereada por Antonio Luque, quien ha declarado la notable influencia de The Cure, New Order o Echo and The Bunnymen en su trayectoria de 18 años al timón de una embarcación que de hecho se podría considerar como un proyecto suyo, ya que al paso del tiempo, él ha sido el único integrante que no ha abandonado el barco.
A lo largo de estas dos décadas de trabajo, Sr. Chinarro ha dotado de auténtica calidad a toda una generación de músicos, que se han comprometido con un público exigente, en busca de experiencias musicales lúdicas y frescas, en busca de discursos emotivos, internos y perturbadores a la vez. Luque con su proyecto va a la cabeza de otros que han hecho lo propio como Los Planetas, La Habitación Roja, Manos de Topo y La Costa Brava, entre otros, que de igual manera han dotada a la música de habla hispana de propuestas de calidad.
El nombre de esta banda fue tomado como un homenaje al personaje realizado por el actor Fernando Chinarro en el programa de televisión El Gran Circo de TVE, en estos, los origines de la banda en 1990, Antonio Luque, Juan Francisco Morato, Jesús Franco y Manuel Bejar, comienzan a sembrar las pioneras composiciones de su primer álbum Sr. Chinarro, que apareció finalmente en 1994 bajo la tutela del conocido productor Kramer, quien había trabajado con Low y Galaxie 500 y bajo el sello Acuarela Discos. Esta primera entrega de los españoles es realmente un pasaje obscuro y mate, que nos deleita desde el primer encuentro.
Bajo similitudes graban su segundo disco titulado Compito en 1996 que para sus seguidores significa la afirmación de una propuesta sin comparación en esos momentos en España. Es hasta el siguiente año con la entrada de David Belmonte, instrumentista y pintor, quien dota de un carácter mucho más colorista y ágil al sonido de la banda, creando su tercer disco, considerado por muchos la obra cumbre de Sr. Chinarro. El porqué de mis peinados, un álbum sumamente interesante, evoca ciertos pasajes del Folclor andaluz y muestra una voz mucho menos opaca y plana de Luque.
A siete años de arduo trabajo, esta banda se acerca a lo que en un futuro es interpretada como una sublime evolución, varias vueltas de tuerca estaban por ocurrir, varios cambios en la alineación y diversas colaboraciones estaban por citarse en la historia de esta singular agrupación.
En 1998 crean el álbum No se qué-no se cuántos, en la misma fórmula del disco anterior, que sin saberlo representaba un adiós para Belomente y para las composiciones de aire costumbrista y un estilo que después de diversos movimientos regresaría a Sr. Chinarro.
Hasta el primer año del nuevo siglo, recibimos otra entrega de Luque y compañía, nos referimos a una de sus obras más difíciles para la audiencia en general y para su público cautivo. La primera ópera envasada al vacío, nos muestra a un Sr. Chinarro sumergido en atmósferas minimalistas y una voz casi en murmullos, sin duda este trabajo otorga a su trayectoria momentos de reflexión sobre su futura dirección y sobre lo que la audiencia debe de comprender como una propuesta alejada de etiquetas y compromisos de género.
Para el siguiente año el líder de la banda lanza al mercado un disco muy especial. Despídete del lago. Las rarezas de Antonio Luque 1993-2001, un regalo muy oportuno, donde se incluyen lados-b de los sencillos, mezclas diferentes, versiones y canciones inéditas o aparecidas en otras recopilaciones.
En 2002 Cobre cuanto antes, sin duda otra reinvención, aunque para muchos no fue el regreso al pop, es un álbum mucho más ligero, dejando atrás la voz hundida y las melodías ya no son tan opacas. El siguiente año Ventrílocuo de sí mismo es el regreso a las melodías y al pop que muchos prefieren en Sr. Chinarro, también significó para la banda un cambio de estafeta en lo que se refiere a sello discográfico, después de siete grabaciones con Acuarela Discos, el proyecto decide comenzar otro capítulo con el El Ejercito Rojo, sello representado por Los Planetas, quienes a la fecha llevan una relación muy estrecha con Luque.
Dos años más tarde y con nuevo sello, el proyecto español toma distintos aires, otros músicos de la escena indie española como, Antonio Arias (Lagartija Nick), Pedro Sanmartín (La Buena vida), y el propio J (Los Planetas) como corista y productor del disco, se unen a una fresca y formidable grabación El fuego amigo, sin lugar a dudas la obra más accesible hasta ese momento de toda la discografía de Sr. Chinarro, donde la voz de Luque es inmejorable, dicha producción fue denominada por la prestigiada revista local RockdeLux como el disco del año.
A finales del siguiente año se presenta el documental sobre el grupo titulado Minutos musicales con el Sr. Chinarro, dirigido por Sergio Silva y Mae Molina y estrenado en el CCCB de Barcelona, al cual desgraciadamente no hemos tenido acceso.
En 2006 editan el álbum El mundo segun siguiendo los parámetros de composición de la anterior entrega, ahora bajo el sello Mushroom Pilllow y por segunda ocasión es denominado por RockdeLux como disco del año.
Dos años más tarde sale a luz Ronroneando, bajo el mismo sello y continua bajo la luminosidad de un estilo ágil y melódico, realizando así un trinomio de obras bajo una línea depurada musicalmente hablando y bajo un estilo lírico cada vez más costumbrista y menos abstracto.
Sin duda la aportación innegable del Sr. Chinarro sigue en pie bajo la tutela de Antonio Luque, proporcionar al público de habla hispana una propuesta musical interesante y propia, que hable del Rock Pop y de sus posibles coqueteos con otros géneros hasta sus últimas consecuencias, acompañadas de letras de carácter surrealista y abstracto, al igual que cotidianas y emotivas, no podemos terminar sin afirmar que esta banda española es un digno representante para muchas de su especie en su localidad, así como para otras colegas de habla inglesa, de oriente y occidente.
A lo largo de estas dos décadas de trabajo, Sr. Chinarro ha dotado de auténtica calidad a toda una generación de músicos, que se han comprometido con un público exigente, en busca de experiencias musicales lúdicas y frescas, en busca de discursos emotivos, internos y perturbadores a la vez. Luque con su proyecto va a la cabeza de otros que han hecho lo propio como Los Planetas, La Habitación Roja, Manos de Topo y La Costa Brava, entre otros, que de igual manera han dotada a la música de habla hispana de propuestas de calidad.
El nombre de esta banda fue tomado como un homenaje al personaje realizado por el actor Fernando Chinarro en el programa de televisión El Gran Circo de TVE, en estos, los origines de la banda en 1990, Antonio Luque, Juan Francisco Morato, Jesús Franco y Manuel Bejar, comienzan a sembrar las pioneras composiciones de su primer álbum Sr. Chinarro, que apareció finalmente en 1994 bajo la tutela del conocido productor Kramer, quien había trabajado con Low y Galaxie 500 y bajo el sello Acuarela Discos. Esta primera entrega de los españoles es realmente un pasaje obscuro y mate, que nos deleita desde el primer encuentro.
Bajo similitudes graban su segundo disco titulado Compito en 1996 que para sus seguidores significa la afirmación de una propuesta sin comparación en esos momentos en España. Es hasta el siguiente año con la entrada de David Belmonte, instrumentista y pintor, quien dota de un carácter mucho más colorista y ágil al sonido de la banda, creando su tercer disco, considerado por muchos la obra cumbre de Sr. Chinarro. El porqué de mis peinados, un álbum sumamente interesante, evoca ciertos pasajes del Folclor andaluz y muestra una voz mucho menos opaca y plana de Luque.
A siete años de arduo trabajo, esta banda se acerca a lo que en un futuro es interpretada como una sublime evolución, varias vueltas de tuerca estaban por ocurrir, varios cambios en la alineación y diversas colaboraciones estaban por citarse en la historia de esta singular agrupación.
En 1998 crean el álbum No se qué-no se cuántos, en la misma fórmula del disco anterior, que sin saberlo representaba un adiós para Belomente y para las composiciones de aire costumbrista y un estilo que después de diversos movimientos regresaría a Sr. Chinarro.
Hasta el primer año del nuevo siglo, recibimos otra entrega de Luque y compañía, nos referimos a una de sus obras más difíciles para la audiencia en general y para su público cautivo. La primera ópera envasada al vacío, nos muestra a un Sr. Chinarro sumergido en atmósferas minimalistas y una voz casi en murmullos, sin duda este trabajo otorga a su trayectoria momentos de reflexión sobre su futura dirección y sobre lo que la audiencia debe de comprender como una propuesta alejada de etiquetas y compromisos de género.
Para el siguiente año el líder de la banda lanza al mercado un disco muy especial. Despídete del lago. Las rarezas de Antonio Luque 1993-2001, un regalo muy oportuno, donde se incluyen lados-b de los sencillos, mezclas diferentes, versiones y canciones inéditas o aparecidas en otras recopilaciones.
En 2002 Cobre cuanto antes, sin duda otra reinvención, aunque para muchos no fue el regreso al pop, es un álbum mucho más ligero, dejando atrás la voz hundida y las melodías ya no son tan opacas. El siguiente año Ventrílocuo de sí mismo es el regreso a las melodías y al pop que muchos prefieren en Sr. Chinarro, también significó para la banda un cambio de estafeta en lo que se refiere a sello discográfico, después de siete grabaciones con Acuarela Discos, el proyecto decide comenzar otro capítulo con el El Ejercito Rojo, sello representado por Los Planetas, quienes a la fecha llevan una relación muy estrecha con Luque.
Dos años más tarde y con nuevo sello, el proyecto español toma distintos aires, otros músicos de la escena indie española como, Antonio Arias (Lagartija Nick), Pedro Sanmartín (La Buena vida), y el propio J (Los Planetas) como corista y productor del disco, se unen a una fresca y formidable grabación El fuego amigo, sin lugar a dudas la obra más accesible hasta ese momento de toda la discografía de Sr. Chinarro, donde la voz de Luque es inmejorable, dicha producción fue denominada por la prestigiada revista local RockdeLux como el disco del año.
A finales del siguiente año se presenta el documental sobre el grupo titulado Minutos musicales con el Sr. Chinarro, dirigido por Sergio Silva y Mae Molina y estrenado en el CCCB de Barcelona, al cual desgraciadamente no hemos tenido acceso.
En 2006 editan el álbum El mundo segun siguiendo los parámetros de composición de la anterior entrega, ahora bajo el sello Mushroom Pilllow y por segunda ocasión es denominado por RockdeLux como disco del año.
Dos años más tarde sale a luz Ronroneando, bajo el mismo sello y continua bajo la luminosidad de un estilo ágil y melódico, realizando así un trinomio de obras bajo una línea depurada musicalmente hablando y bajo un estilo lírico cada vez más costumbrista y menos abstracto.
Sin duda la aportación innegable del Sr. Chinarro sigue en pie bajo la tutela de Antonio Luque, proporcionar al público de habla hispana una propuesta musical interesante y propia, que hable del Rock Pop y de sus posibles coqueteos con otros géneros hasta sus últimas consecuencias, acompañadas de letras de carácter surrealista y abstracto, al igual que cotidianas y emotivas, no podemos terminar sin afirmar que esta banda española es un digno representante para muchas de su especie en su localidad, así como para otras colegas de habla inglesa, de oriente y occidente.
Gracias por el aporte Salvador y espero que nos sigas enviando mas. Saludos!!!
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